Nuestra primera parada será Aranjuez, un inusual oasis verde fresco ubicado en el sur de Madrid. Merece la pena visitarla sólo por el placer de pasear por las 120 hectáreas de jardines sombreados que posee: Jardines del Parterre y de la Isla, Jardín del Príncipe, Casa del Labrador… Se convirtió en la residencia predilecta de los Borbones en el siglo XVIII y fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO. El Palacio Real de Aranjuez se construyó para cumplir el deseo de Carlos V el Hermoso de una gran villa en la que pudiera vivir un breve período del año. Destacan por su belleza y maestría artesanal la escalera y balaustrada rococó de Bonavía; y el Salón de la Porcelana, cuyas paredes están revestidas de porcelanato. Luego nos dirigiremos a Chinchón, también ubicado al sur de Madrid. Probablemente el pueblo más pintoresco de Madrid. Su peculiar Plaza Mayor, muestra una estructura típica castellana, rodeada de soportales. La Iglesia de la Asunción domina la plaza desde arriba.